Antes de que a los ingenieros de montes se les ocurriera desde un despacho ministerial "repoblarlas" de pino carrasco, las pequeñas lomas del paisaje riojano debieron de ser zonas de pastoreo de cabras y ovejas, y de ahí la presencia de algunos corrales notables, como este tan grande y desvalido de Sanapradillo, situado entre la gran cortada de Murillo de río Leza y La Rad de Varea.
Coordenadas 42º24'53", 2º20'26"
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